Muy buenas,
En el salón de casa teníamos una segunda puerta que daba directamente a la cocina. Para acceder a ella teníamos que ir bordeando el sofá por detrás e ir pegados a la pared, bastante incómodo...
Hemos decidido condenar la puerta y echar el sofá hacia atrás, ganando amplitud en el salón y creando un espacio más confortable.Y para que no se viera la puerta he pintado un cuadro.
El lienzo está coloreado con sprays de hacer grafitis. Y es realmente divertido, la sensación de llenar todo de color de forma rápida y pudiendo crear volúmenes, igual que si pintaras el cielo de nubes.Luego lleva pegadas letras y números adhesivos y para terminar he salpicado pintura amarilla de titanlux.
Aquí os muestro como ha quedado el cuadro que cierra la puerta y abre la imaginación...
Quizás lo siguiente sea, buscar una gran pared, a ver que pasa... y desde aquí felicidades a todos esos buenos grafiteros que llenan de vida los rincones grises del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario